Un sabor picante puede ser beneficioso.

En este post trataremos sobre las comidas picantes. Al escuchar  “comida picante” a mucha gente le vendrá a la mente pensamientos como, eso no tiene que ser bueno, hay que comer poco de esos alimentos, si al meterlo en la boca nos pica y nos llega a producir sensación de quemado, no puede ser bueno para el estómago y muchísimas cosas por el estilo. Pues bien como cualquier alimento tomado en exceso es malo,  además según un estudio mexicano la gente que comía el equivalente de 9 a  25 jalapeños por día tenía más riesgo de desarrollar cáncer de estómago, pero estamos hablando de una grandísima cantidad de picante por día.

Lo que mucha gente no sabe son todos los beneficios que estos alimentos tienen y son los que vamos a contar a lo largo de este artículo.

capsaicina

Para empezar diremos que lo que nos provoca esa sensación picante en la boca e incluso dolorosa es la capsaicina,  el componente activo presente en la pimienta picante, la cayena, la mostaza de Dijon, el chile, el tabasco y la páprika, que estimula las terminaciones nerviosas. “Es una sensación desagradable”, pero no existe evidencia de que produzca alguna úlcera o herida de ningún tipo en el aparato digestivo. Al igual que no hay estudios que prueben que, provoque contracciones en mujeres embarazadas como algunos mitos dicen.

Es más, algunos estudios señalan que el chile protege el revestimiento del estómago, y reduce, de hecho, la secreción de ácido gástrico, de acuerdo con una investigación húngara. También puede reducir el sangrado asociado con el consumo de agentes antiinflamatorios no esteroideos como la Aspirina. Otra ventaja: un estudio realizado en Singapur descubrió que comer picante reduce en un 53% el riesgo de úlceras pépticas.

De hecho, el chile es beneficioso  para la salud como muestran algunos estudios, como por ejemplo, uno realizado en un laboratorio en el Reino Unido, que encontró que la capsaicina, que es responsable de la sensación de ardor que produce el chile, puede eliminar las células cancerígenas del pulmón y del páncreas sin dañar a las células que les rodean. Los investigadores creen que esto demuestra el por qué a la gente que vive en México y en la India, donde ambas tienen comidas picantes, tienen índices más bajos de cáncer que aquellos países que tienen dietas blandas.

Dos estudios realizados en Australia proveen buenas noticias: uno descubrió que añadir picante a las comidas puede proteger contra el incremento de colesterol en la sangre. El otro encontró que comer picante regularmente reduce los requerimientos de insulina, lo que puede tener implicaciones para la prevención y tratamiento de la diabetes.

Como vemos son muchos los estudios referentes a este tipo de alimentos.

Pero sigamos hablando de más investigaciones en las que se intentó descubrir más aplicaciones de este compuesto,  como por ejemplo en el dolor. Se intentó aplicar a enfermos que tenían dolor neuropático, que resulta del daño neurológico, ya sea periférico, central o de ambos,  y es uno de los síndromes dolorosos más complejos y de difícil tratamiento.

Han sido muchos los fármacos utilizado para tratar el dolor neuropático pero ninguno resulto lo suficientemente efectivo, además de tener muchos efectos secundarios,  por lo que algunos de ellos impedían continuar con su dosis. Así pues siguió la búsqueda de un nuevo analgésico que calmase este dolor y con menos efectos secundarios. Se probó con la capsaicina la cual mostro eficacia en dolores disestesicos, este se presenta como una sensación basal dolorosa o quemante. Ante esta eficacia  constituyó una alternativa terapéutica a este dolor.

Su mecanismo de acción parece que se basa en la estimulación selectiva de las neuronas de las fibras amielínicas C, provocando la liberación de sustancia P y otros neurotransmisores; y finalmente una disminución de sustancia P, con lo que se produciría una alteración de la transmisión del dolor a los sistemas centrales produciéndose un fenómeno de desensibilización. A pesar de estos positivos estudios, pocos fueron los pacientes que tuvieron una respuesta importante cuando se utiliza este compuesto como única terapia del dolor neuropático. Además como hemos dicho, no tiene efectos secundarios sistémicos importantes pero sí que en la primera semana  de tratamiento puede aparecer prurito (picor) o sensación de quemazón en la zona donde lo hemos aplicado, pero que desaparece tras la primera semana. Esto junto con la poca eficacia mostrada cuando se aplica como terapia única, fue la mayor limitación. Aun así no deja de ser una opción en los pacientes afectos de dolor neuropático durante años, con lo que se reducirían los efectos secundarios y las interacciones con otros medicamentos.

Por último, nos centraremos ahora en un ensayo realizado en el cual podría ser que la capsaicina tuviese un efecto antiproliferativo en células cancerígenas en próstata, induciendo apoptosis de los dos receptores de andrógenos (AR), positivos (LNCaP) y negativos (DU-145, PC-3) estas líneas celulares con las que se llevaron a cabo los estudios, están asociadas con un aumento de p53, p21 y Bax. Estas tres proteínas actúan para mantener el ciclo celular en perfecto funcionamiento y en caso de que alguna célula estuviese dañada “mandarla” a apoptosis o senescencia… y que no se divida dando lugar a tumores.

La capsaicina inhibe la activación de NF-κB mediante la prevención de su migración al núcleo. En otros estudios, la capsaicina inhibe la degradación estimulada por el factor alfa de necrosis tumoral de IκBα en células PC-3, que se asoció con la inhibición de la actividad del proteasoma. Por tanto podemos decir que la capsaicina inhibe la actividad del proteasoma que suprime la degradación de IκBα, manteniendo así a NF-κB inactivo.

Para entender esto diremos que  NF-κB son unas proteínas reguladoras de la expresión génica. Y que son inhibidos en ausencia de estimulación, por una proteína IκB, que en mamíferos hay tres de este tipo de proteínas como son IκBα, β y γ. Pero estos inhibidores pueden ser fosforilados por IKKα, β disparado su ubiquitinacion y degradación en el proteasoma y así quedar libre NF-κB y se traslada al núcleo y es allí donde actúa como un factor de transcripción para una gran variedad de genes. Cuyo ciclo debemos inhibir en caso de daño celular etc. y que según estos estudios lo haría la capsaicina.

Estos factores de transcripción se activan por varios estímulos como daño en el ADN, radicales libres y citoquinas…

Para el análisis del ciclo celular, las células PC-3 fueron tratadas con dosis de capsaicina de distintas concentraciones, cada vez mayores. El ciclo celular consta de varias fases, G0/G1, fase S, fase G2 y por último la mitosis que es el proceso en el cual la célula se divide. Cuando se examinó, se vio que la población de células en la fase G0 / G1 aumentaron y los de la fase S disminuyó con dependencia de la dosis de capsaicina.

También se comprobó que la expresión de proteínas como p21, Waf1, Bax y p53 se incrementaban con una exposición a capsaicina durante un periodo de tiempo. Y como ya hemos comentado antes,  estas proteínas ayudan a mantener el ciclo celular sin alterar por diversos mecanismos ya que en caso de daño en el ADN o de cualquier tipo se activan de una u otra forma haciendo que el ciclo se pare.

Estudios anteriores han demostrado que la señalización de la vía NF-κB es constitutivamente activa en las líneas celulares de cáncer de próstata, PC-3 y DU-145 que son hormona-independiente pero no está constitutivamente activa en las células LNCaP que si son sensibles a hormonas.

Tras varios estudios se vio que en  la línea celular PC-3 que como hemos dicho no es sensible a hormona, a andrógenos, la actividad de NF-κB, era inhibida drásticamente por la capsaicina. Además de poner de manifiesto que la capsaicina inhibe al el TNF-α que es el que libera al IKK que bloquea al inhibidor IκBα, de NF-κB. Así pues al inhibirlo impedimos la translocación de NF-κB  al núcleo.

Por otra parte, los niveles de proteína IκBα aumentaron en células PC-3, cultivadas con capsaicina durante 2 horas en comparación con las células que no estaban en presencia de capsaicina. Por lo que favorece el  bloqueo de NF-κB por la proteína  IκBα.

En conclusión estos estudios revelan por un lado que la capsaicina ya sea estabilizando el  IκBα  y/o inhibiendo la actividad de IKK, que es el que degrada a IκBα, bloquea la vía de NF-κB. Y por otro nos muestran que la capsaicina tiene una potente actividad no solo contra las líneas celulares sensibles a andrógenos sino también a las independientes de este, en el cáncer de próstata tanto in vitro como in vivo.

Con todos estos estudios que hemos ido nombrando a lo largo del post queremos hacer ver que la comida picante no es tan mala como se puede pensar, y que los mitos y rumores que se dicen sobre este tipo de comida y sobre muchos mas ámbitos pueden no ser tan ciertos como parece, por lo que es importante contrastar e informarnos  sobre todo lo que nos rodea y eso al fin y al cabo es INVESTIGAR.  CIENCIA.

Nerea Mota Pérez.

Bibliografía:

PUBMED: Capsaicin, a component of red peppers, inhibits the growth of androgen-independent, p53 mutant prostatecancer cells.

1: Mori A, Lehmann S, O’Kelly J, Kumagai T, Desmond JC, Pervan M, McBride WH,Kizaki M, Koeffler HP. Capsaicin, a component of red peppers, inhibits the growth of androgen-independent, p53 mutant prostate cancer cells. Cancer Res. 2006 Mar 15;66(6):3222-9. PubMed PMID: 16540674.

Revista Best health, Enero/febrero 2010

Revista de sociedad española del dolor.

2004 Sociedad Española del Dolor. Publicado por Arán Ediciones, S.L.

http://scielo.isciii.es/scielo.php?pid=S1134-80462004000500007&script=sci_arttext